Bibliografía 9 "Enfermedades Anorectales" Pedro Ramírez González

BIBLIOGRAFÍA 9
Bibliografía:

Alonso P, Álvarez-Sala R, Arias EM, Arias J, Amde S, Arias JI et al. Patología del aparato digestivo. En: Arias J, Aller MA, Arias JI, Aldamendi I. Enfermería Médico-Quirúrgica. Vol II. 1ª ed. España. Editorial Tébar; 2000. p. 88-91.
Las hemorroides hacen referencia a la presencia de tumoraciones formadas por dilataciones varicosas de las venas hemorroidales, situadas en el canal anal.
Es la afección anal más frecuente.

CLASIFICACIÓN

- Podemos hablar de hemorroides internas y externas, en dependencia del sistema anatómico hemorroidal a partir del que se desarrollan. Las hemorroides internas se originan a partir del sistema hemorroidal superior y se sitúan en los dos tercios superiores del canal anal. Las hemorroides externas se originan en el plexo hemorroidal inferior y se localizan en el tercio inferior del canal anal.

Según el grado de evolución, se clasifican en:
·         Hemorroides de grado I: Existe un mínimo abultamiento en la luz del canal anal. Es decir, las hemorroides no protuyen el ano, aunque pueden sangrar.
·         Hemorroides de grado II: Protuyen por el orificio anal coincidiendo con los esfuerzos de la defecación, reintroduciéndose de forma espontánea al cesar estos esfuerzos.
·         Hemorroides de grado III: La protrusión se produce con los esfuerzos y también de forma espontánea, siendo precisa su reintroducción manual.
·         Hemorroides de grado IV: Las hemorroides permanecen siempre prolapsadas, a pesar de los intentos de reducción.


ETIOPATOGENIA
- La mayoría de las hemorroides son de causa desconocida (idiopáticas). Todas las situaciones que provocan aumento de la presión abdominal, favorecen las hemorroides, así, el embarazo, los tumores pélvicos, el estreñimiento. Lo mismo sucede cuando existe aumento de la presión en el sistema venoso portal (hipertensión portal).

TRATAMIENTO
- El tratamiento de las hemorroides debe planificarse según su estado evolutivo. Antes de plantear el tratamiento quirúrgico, se instaurarán medidas de conservadoras para evitar el estreñimiento y los malos hábitos intestinales.
En líneas generales y aunque no existe pleno consenso, se recomienda la esclerosis para las hemorroides grado I y II, aunque también pueden ser útiles las ligaduras con anillo elástico y la criocirugía. Para las de grado III es preferible la hemorroidectomía.

- La esclerosis se consigue mediante la inyección submucosa de sustancias irritantes que inducen una fibrosis, y secundariamente a la atracción y atrofia del paquete hemorroidal, lo que tendrá utilidad, sobre todo, para evitar la hemorragia.
- La ligadura con anillo elástico consiste en la aplicación de un anillo de goma en la base de la hemorroide, para provocar su necrosis y desprendimiento.
La criocirugía consiste en la congelación del tejido hemorroidal mediante aplicación de nitrógeno líquido.
- La hemorroidectomía, realizada siguiendo la técnica de Milligan-Morgan o la técnica cerrada de Ferguson, consiste en la extirpación de los paquetes hemorroidales tras ligaduras de sus pedículos, dejando entre ellos puentes cutáneomucosos para evitar la estenosis renal.


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